Primero que nada debo decir que no conocía mucho acerca de Malala, una de las pocas cosas que se me venían a la mente era niña países lejanos y educación. Leer este libro me informó acerca de todo el proceso que ella vivió antes de ganar premios de la paz. Hay algo que no me quedó muy claro, cuando empezó ella como persona a ser reconocida. Hay un momento en el libro en que dice que ya la habían entrevistado para algunos medios, pero lo hace tan de repente que me llegó a sorprender. No me gustó quedar con esa sensación, porque quería saber todo con el libro y sentí que se escondió parte de la historia.
Fuera de ese hecho, me encantó el ímpetu, las ganas, la valentía de Malala al momento de perseguir algo que ella quería, y no renunciar al darse cuenta de que lo que estaba haciendo iba a trascender mucho más allá de su escuela, de ella misma.
Ella tiene un padre que poseía una escuela, de pronto un talibán empieza a hablar por la radio y todos le toman en cuenta. Lo que dice restringe mucho a la forma de vida de las mujeres hasta el punto en que se les prohíbe ir a la escuela, salir solas, ir al mercado, etc. Malala al ser participe de este entorno se va preguntando por qué le hacen caso al señor, por qué dudan de las creencias que antes poseían, por qué las mujeres no pueden educarse si es un derecho. Luego atacan a su escuela y se meten con su región, y ahí Malala empieza a hacer frente a este panorama.
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