Creo que ya es más que conocido por todos este fabuloso libro. Si no lo leyeron por lo menos han visto la película, o escuchado hablar mucho de él.
Les voy a contar que pasé leyéndolo durante estas semanas en mi viajé al sur, más al sur que Concepción, a Lago Ranco. Son muchas horas de viaje, como 7 en total contando imprevistos, y paradas de descanso. En todas esas horas leí esta maravillosa historia.
Aunque se ha escrito bastante, y debería resultar aburrido si uno ha visto muchas veces la película o leído el libro, me parece que haberlo vuelto a leer me llevó a un lugar de ensueño, sentí que yo era quien acompañaba a los personajes en su travesía, a través de sus descripciones de los lugares y las costumbres de cada criatura que se presentaba. Tanto así, que empecé a practicar elfico. Es que cuando a uno le entusiasma tanto un libro necesita conocer sus diferentes aspectos, aunque parezca una loca de remate, la locura hace bien de vez en cuando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario